Transmisión
El vector principal del dengue es el mosquito Aedes aegypti. El virus se transmite a los seres humanos por la picadura de mosquitos hembra infectadas. Tras un periodo de incubación del virus que dura entre 4 y 10 días, un mosquito infectado puede transmitir el agente patógeno durante toda la vida.
Las personas infectadas son los portadores y multiplicadores principales del virus, y los mosquitos se infectan al picarlas. Tras la aparición de los primeros síntomas, las personas infectadas con el virus pueden transmitir la infección (durante 4 o 5 días; 12 días como máximo) a los mosquitos Aedes.
El mosquito Aedes aegypti vive en hábitats urbanos y se reproduce principalmente en recipientes artificiales. A diferencia de otros mosquitos, este se alimenta durante el día; los periodos en que se intensifican las picaduras son el principio de la mañana y el atardecer, antes de que oscurezca. En cada periodo de alimentación, el mosquito hembra pica a muchas personas.
Aedes albopictus, vector secundario del dengue en Asia, se ha propagado al Canadá, los Estados Unidos y Europa debido al comercio internacional de neumáticos usados (que proporcionan criaderos al mosquito) y el movimiento de mercancías (por ejemplo, el bambú de la suerte). Ae. albopictus tiene una gran capacidad de adaptación y gracias a ello puede sobrevivir en las temperaturas más frías de Europa. Su tolerancia a las temperaturas bajo cero, su capacidad de hibernación y su habilidad para guarecerse en microhábitats son factores que propician su propagación.
Fuente: Ministerio de Salud de Perú
Características
El dengue es una enfermedad de tipo gripal que afecta a bebés, niños pequeños y adultos, pero raras veces resulta mortal.
Se debe sospechar que una persona padece dengue cuando una fiebre elevada (40 °C) se acompaña de dos de los síntomas siguientes: dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, agrandamiento de ganglios linfáticos o salpullido. Los síntomas se presentan al cabo de un periodo de incubación de 4 a 10 días después de la picadura de un mosquito infectado y por lo común duran entre 2 y 7 días.
El dengue grave es una complicación potencialmente mortal porque cursa con extravasación de plasma, acumulación de líquidos, dificultad respiratoria, hemorragias graves o falla orgánica. Los signos que advierten de esta complicación se presentan entre 3 y 7 días después de los primeros síntomas y se acompañan de un descenso de la temperatura corporal (menos de 38 °C) y son los siguientes: dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, respiración acelerada, hemorragias de las encías, fatiga, inquietud y presencia de sangre en el vómito. Las siguientes 24 a 48 horas de la etapa crítica pueden ser letales; hay que brindar atención médica para evitar otras complicaciones y disminuir el riesgo de muerte.
Tratamiento
Síntomas
Los síntomas iniciales de la fiebre del dengue hemorrágico
son similares a los de la fiebre del dengue. Sin embargo, después de varios
días la persona se vuelve irritable, inquieta y sudorosa. Estos síntomas van
seguidos de un estado parecido al shock.
Se presenta sangrado en forma de manchas de sangre pequeñas
sobre la piel y parches de sangre más grandes bajo la piel. Las lesiones
menores pueden causar sangrado.
El shock puede llevar a la muerte. Si el paciente sobrevive,
la recuperación comienza después de un período de crisis de 1 día.
Los síntomas iniciales incluyen:
Disminución del apetito
Fiebre
Dolor de cabeza
Dolores articulares o musculares
Malestar general
Vómitos
Los síntomas de la fase aguda incluyen inquietud, seguida
de:
Parches de sangre bajo la piel
Manchas de sangre pequeñas bajo la piel
Erupción generalizada
Empeoramiento de los síntomas iniciales
La fase aguda también incluye un estado parecido al shock
junto con:
Brazos y piernas frías y húmedas
Sudoración
Pruebas y exámenes
Un examen físico puede revelar:
Agrandamiento del hígado
Hipotensión
Salpullido
Enrojecimiento de los ojos
Enrojecimiento de la garganta
Ganglios inflamados
Pulso acelerado y débil
Pruebas y exámenes
Los exámenes pueden abarcar los siguientes:
Gasometría arterial
Exámenes de sangre (para encontrar signos del virus en la
sangre)
Estudios de coagulación
Electrólitos
Hematocrito
Enzimas hepáticas
Conteo de plaquetas
Estudios serológicos de muestras tomadas durante la fase
aguda de la enfermedad y luego de ésta
Prueba del torniquete (ocasiona la formación de parches de
sangre por debajo del torniquete)
Radiografía de tórax (puede mostrar una acumulación de
líquido en pulmones y tórax)
Tratamiento
Debido a que la fiebre del dengue hemorrágico es causada por
un virus para el cual no se conoce cura ni vacuna, sólo es posible el
tratamiento de los síntomas. Dichos tratamientos pueden incluir:
Una transfusión de plasma fresco o plaquetas para corregir
problemas de sangrado.
Líquidos y electrolitos intravenosos para corregir los
desequilibrios electrolíticos.
Oxigenoterapia para tratar niveles de oxígeno en la sangre
anormalmente bajos.
Rehidratación con líquidos intravenosos para tratar la
deshidratación.
Tratamiento complementario en una unidad de cuidados
intensivos o un entorno similar.
Expectativas (pronóstico)
La mayoría de las personas con fiebre del dengue hemorrágico
se recupera con atención oportuna y agresiva. Sin embargo, la mitad de los
pacientes sin tratamiento que entran en shock no sobrevive.
Posibles complicaciones
La fiebre del dengue hemorrágico puede provocar las
siguientes complicaciones:
Enfermedades neurológicas
Daño hepático
Daño cerebral residual
Convulsiones o crisis epiléptica
Shock
Cuándo contactar a un profesional médico
Acuda a su proveedor de atención médica de inmediato si
tiene síntomas de fiebre del dengue y ha estado en un área en donde se presenta
esta enfermedad, especialmente si ha tenido esta fiebre antes.
No hay tratamiento específico para el dengue.
En caso de dengue grave, la asistencia prestada por médicos y enfermeras que tienen experiencia con los efectos y la evolución de la enfermedad puede salvar vidas y reducir las tasas de mortalidad de más del 20% a menos del 1%. Es decisivo mantener el volumen de los líquidos corporales.
Inmunización
No hay vacuna que proteja contra el dengue. Sin embargo, se han registrado grandes progresos en ese sentido, tanto contra el dengue como el dengue grave. Se están elaborando tres vacunas vivas atenuadas tetravalentes que se encuentran en fase II y fase III de los ensayos clínicos, y hay otras tres vacunas candidatas (basadas en plataformas de subunidades, ADN y virus inactivado purificado) en etapas más tempranas de la investigación clínica. La OMS brinda asistencia técnica y orientación a los países y asociados privados para apoyar las investigaciones y evaluaciones en torno a una vacuna. Varias vacunas candidatas se encuentran en ensayos de diversas fases.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario